No sólo perdimos el paraíso, también la fe.

Los niños tienen miedo de los monstruos que viven debajo de la cama;

los adultos, a los que viven en su interior.

Yo, como soy un ser dividido,

cargo con los dos.

Demonios y ángeles, la guerra de mi habitación.

Demonios y ángeles, y no soy ninguno de los dos.

Sogas y cruces, un altar derruido, y muchos símbolos,

que han perdido el color.

Mi religión,

un espejo roto,

cuando la luz empieza a ser granate,

y el océano, el único Dios.

A. Rheinn
RheinnPoetry

- No solo perdimos el paraíso, también la fe. -

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