Vals (II)



El mundo te llama.

Los tiempos muertos,
 se convierten en un todo.

Creo retazos de una tela que nunca se venderá.

Joyas de seda,
 esculpidas de una vez,
 en noches de amargura.

Compongo música,
pero sólo como requiem;
como un canto final.

Melodías,
 para un día especial.

Cantos como el de la muerte de un cisne.

O la cola bella y helada,
 de un cometa.

La caída y muerte,
aunque celebrada,
de una estrella fugaz.

Por eso,
este Vals.

Hierros amargos,
forjados en las pasiones del ayer.

Corazones pálidos,
 por haberles quitado toda su miel.

***
Días donde todo es impotencia.

Incluso ella,
personificada e indolente,
se arrastra;
repta por el suelo,
 sin dignidad.
Pide clemencia,
llorando,
suplicando,
 por el sonido sordo,
amenazante,
 de ese jodido tic-tac.

***
Sordo e incesante.

"Tic-tac, tic-tac"

Es desesperante,
una falta de cordialidad.

A veces,
 vacío y hueco,
asumo el camino.

Resplandeciente,
pero indiferente.

Ante la vida irreverente.

Seguro de la muerte.

Me siento como el brillo de una guillotina,
apunto de abrir mi propia herida.

Ese "tic-tac",
que enerva mi demencia.

Que marca el ritmo de un suicida..

Lo juro,
llevo un reloj integrado en la consciencia.

De vez en cuando,
lo asumo.

Sigo por un tiempo el camino.

Luego me incinero,
 por vergüenza

***
Tempus fugit.

La vida es corta.
Como para componer una letra que baile sola.

Una sola nota,
la de una existencia rota.

Espectros temporales,
fantasmas del espacio,
unidos ambos,
 en la composición de un epitafio.

Principio y fin,
en la misma crecen en este jardín.

Origen y destino,
 mi esquela.

Puede que pinten un mural,
y que al llover,
 la piedra llore,
borrándolo despacio,
borrando mi vida,
mi recuerdo,
mi pasado.


Rheinn

"Vals (II)"
Todos los derechos reservados.

Comentarios

Entradas populares